domingo, 23 de agosto de 2015

Reseña. Luz, Michael Grant (Olvidados, #6)


Título: Luz
Autor: Michael Grant
Saga: Olvidados
Año de publicación(en inglés): 2013
Páginas: 359
Capítulos: 32+ 4 Epílogos













SINOPSIS_____________________________________________

Todas las miradas están pendientes de Perdido Beach. De la noche a la mañana, la cúpula se ha vuelto transparente como el cristal. El mundo puede ver el interior. Los habitantes de la ERA pueden ver el exterior. Eso es todo de momento, pero los habitantes de la ERA intuyen que se acerca el final: la cúpula desaparecerá en cualquier momento. Seguir vivo en la ERA nunca ha sido fácil, pero ahora que los niños de Perdido Beach rozan la esperanza con la punta de los dedos, la presión es más fuerte que nunca. ¿Conseguirán conservar la vida –y la cordura– en un mundo donde la desesperación es la norma? Mientras la Oscuridad amenaza con devorarlos, los habitantes de la ERA solo pueden contar las horas que les quedan para la liberación.


MI OPINIÓN________________________________________

La historia de Perdido Beach continúa.
Es el final del juego. Es ansiado final de la ERA se acerca, y todos lo saben. Todos van a ser testigos de ello. Todos van a luchar por sus vidas y a ganar o perder en el intento. Porque saben que la Oscuridad, quién habita ahora el cuerpo de una niña sin conciencia, va a cumplir su amenaza final de borrarlos de la faz de la tierra para alcanzar el mundo más allá de la barrera.
Todos los personajes, desde el primero hasta el último, desde Diana hasta Caine, desde Sam hasta Astrid, desde Edilio hasta Quinn, desde Lana hasta Sanjit, desde Choo hasta Dahra, desde Orc hasta Howard, todos y cada uno de ellos, superan las barreras de la ficción y se adentran en el territorio del realismo puro y duro. Son seres humanos que podemos observar a diario. Son personas con dilemas morales, con demonios internos y externos, con debilidades, con deseos y sueños irrealizables...tan reales como la vida misma. Son personajes que han calado en mí y me han hecho sentir emociones de todo tipo- desde el odio hasta el amor, desde el rencor hasta la indulgencia, desde el desprecio hasta la admiración-, y sus historias, sus vidas, sus muertes, sus alegrías, sus tristezas, sus fracasos, sus pérdidas, los he vivido como si fueran los míos propios.
La historia empieza casi en el mismo punto en el que Miedo acaba. Empieza con la recurrente pesadilla de Sam de que nunca podrá salir de allí, de aquel lugar terrible que se ha convertido en su única realidad posible. Y ese horror se materializa, ya que Gaya posee todos los poderes de los mutantes de la ERA, desde el primero hasta el último. Y Sam es consciente de que su luz, aquella que él siempre utilizó para el bien, será ahora utilizada como un arma poderosa para asesinar y destruir.
Astrid, quien ha cambiado desde la muerte de su hermano (de la cual ella es responsable), debe dejar ir a Sam para que, junto con Caine, ambos encuentren a la Gayáfaga y la destruyan. Sabe que, si alguien puede lograrlo, son ellos. Sabe que no está en su poder conseguirlo. Sabe que están a un paso de la muerte.
Lana les da el ultimátum de que Pete, el cual creó la ERA y todas sus monstruosidades, está dispuesto a ayudarlos, pero a cambio de un precio muy alto: que uno de ellos sacrifique su vida para salvarlos a todos. O eso, o todos acabarán muertos, y al final, a causa de los poderes que ambos tienen, sólo quedarán vivos Sam y Caine, rodeados de cadáveres y destrucción.
Toda la historia ha sido un viaje extenuante. Desde el mismo inicio, he tenido la sensación de que he estado allí con los personajes, sobreviviendo en la ERA, intentando no morir, enfrentándome a Gaya y a Drake, acompañando a Sam en todas sus batallas, sintiendo todo lo que los personajes sienten y experimentan. Todo, desde el principio, ha sido una travesía macabra y perturbadora que ha hecho que mi imaginación se adentrara en sus confines más oscuros, y que un par de escenas quedaran por siempre grabadas a fuego en mi memoria.
Edilio, quien siempre fue el segundo al mando, quien nunca ostentó ningún poder, es ahora el héroe que está dispuesto a conducirlos a la salvación. Edilio, quien era homosexual, y sudamericano, e inmigrante, Edilio, que tuvo que soportar burlas y desprecios de todo tipo, Edilio, quién para él la vida nunca había sido cómoda ni fácil, Edilio, quién ayudó siempre a los demás aunque nadie le devolviera el favor, Edilio, quién luchó hasta el final con uñas y dientes por el bien de las personas, quién nunca se rindió y siempre permaneció fiel a sus principios, Edilio. El verdadero héroe de la ERA.
Diana, quien antes de la ERA no era precisamente una chica decente, y que después intentó cambiar aunque a veces se adentrara en el mal, la chica que permaneció junto al chico al que quería a pesar de que sabía que él estaba enfermo y trastornado, quién intentó desesperadamente buscar la redención, quién nunca dejó de esforzarse en buscar el bien por encima de cualquier cosa, Diana, el personaje más trágico que he visto nunca pasar por un libro, Diana, el personaje que me hizo morir de risa y llorar como nunca.
Caine, quién siempre fue un criminal carente de moral, narcisista hasta la médula, quien jugaba con sus mentes y se creía con derecho a reinar sobre ellos. Caine, quien cambia de tal manera que me resulta imposible que sea el mismo Caine de los primeros libros, el cual sólo quería poder y nada más que eso, al que sólo le importaban sus propósitos egoístas, acaba convirtiéndose en alguien totalmente distinto. La humillación sufrida en el anterior libro le hizo arrepentirse en algunos sentidos y cambiar.
La acción mana de cada página, el libro está narrado de tal manera que uno puede ver a la perfección cada detalle del pueblo de Perdido Beach, puede ver el fuego devorándolo todo y a los muertos en las calles, a los supervivientes luchando y huyendo. Cada frase, cada página, cada capítulo, es una aventura por sí mismo, cada escena es una pequeña obra de arte, ningún diálogo es gratuito, ningún personaje prescindible, ninguna interacción está de sobra. Todo encaja a la perfección. No queda ningún cabo suelto ni ningún misterio sin explicación.
La historia está plagada de diversos dilemas morales. Dilemas que afectan a la humanidad desde el principio de su existencia, desde el asesinato hasta el perdón de Dios, desde la hipocresía hasta el arrepentimiento, desde la vida hasta la muerte.
El gore también es abundante. Este libro, probablemente, sea el más sangriento de todos. Hay escenas tan salvajes y escalofriantes que sólo puede haberlas escrito una mente perversa como la de Michael Grant. La violencia y la muerte están tan presentes en este libro que no queda espacio para nada más que para el horror y la tristeza que puedan causar dichas pérdidas, sobre todo de si se trata de personajes queridos.


Alguien que siempre admiraré del escritor -y que nunca jamás ha dejado de fascinarme- es que sus personajes son PERFECTOS. Perfectos con sus horribles imperfecciones humanas -con su tendencia a mentir, a matar, a caer de nuevo en la hipocresía, a la soberbia y a la maldad-, tan realistas que son SUBLIMES. Y todo ello, sin caer en estereotipos de ninguna clase.
Ahora hablaré de mi escena favorita del libro, pero es sobre la muerte de un personaje y, por tanto, es un spoiler. Si no quieres saberlo, te recomiendo que dejes de leer a partir de AQUÍ.


''Quería salir cubierto de gloria. Se merece su público.''



La muerte de Caine. Dios mío, esa muerte. Caine, quien al fin había reconocido sus errores, quién por fin había admitido el daño que había hecho a Diana, quien parecía que podría tener una esperanza en el mundo, por ínfima y remota que fuera, quién por fin había dejado atrás el orgullo y la arrogancia y le había abierto a Diana su corazón...de repente, muere. Una parte de mí pensaba: ¿Caine, muerto? !Imposible! Pero eso fue lo que ocurrió, Caine estaba muerto. Muerto. Y parecía tan irreal, tan surrealista, tan cruel que no podía ser cierto. Caine estaba muerto, y Diana estaba completamente sola. A pesar de todo lo que habían pasado juntos, a pesar de todo lo que tuvieron que soportar, a pesar de que tuvieron que luchar contra sí mismos y contra todo, a pesar de que la justicia del mundo se interponía entre ellos, yo estaba convencida de que iban a vivir los dos..Estaba convencida de que una historia así, tan desgarradora, tan dolorosa, por la que tanto pagaron, sólo podía tener un final feliz...Pero no, porque esto es Olvidados, esto es una serie de libros tan cruel como la vida misma, y al final, Caine estaba muerto...Caine estaba muerto y no había resurrección posible. A pesar de todos sus crímenes, de todas sus maldades, murió como el héroe salvador que les dio la libertad. Murió como un maldito héroe. Y ardiendo para siempre en el infierno, y dejando atrás a Diana, viva, en la tierra. Murió cubierto de gloria. Murió como sólo él podía hacerlo. Y lo hizo recordando a Diana. Murió con su imagen en la mente. Murió, e incluso después de eso, como si morir recordándola no fuera suficiente para demostrar que en verdad la amaba, le escribe una carta pidiendo su indulgencia y confesándole su amor de nuevo. Recordándole que en vida la amaba aunque ya no vaya a volver nunca.


Y Drake...Drake, el personaje más diabólico que he leído jamás. Es una bestia. No tiene perdón posible. Ni el propio mundo y su justicia podrían haberlo detenido. Es un monstruo y me alegro mucho de que muriera del modo en que lo hizo. Decapitado y ardiendo hasta consumirse.

Fin del spoiler.

La habilidad narrativa del autor es maravillosa, porque es capaz de escribir de un modo ágil y preciso en los momentos de acción más trepidantes del libro, pero al mismo tiempo, de crear diálogos y pasajes que rozan lo poético. Nunca me cansaré de admirar su talento y su capacidad para hacer que me emocione con sus palabras.

!Era Jesús con un látigo, un Satán al que no se podía matar, que venía con humo y fuego para destruir!

-¿Quieres saber la verdad, Sam? -Astrid atrajo la cara del chico hacia la suya- No, lo que hizo Jesús no fue suicidarse. Fue una farsa. Si realmente era el hijo de Dios, entonces no se arriesgaba a nada, y él lo sabía. Sabía que pasaría un par de horas mal, pero que luego todo terminaría y volvería al cielo y tendría una historia increíble que contar a sus amigos...[...] Pero tú, si te mueres, no resucitarás.

Mientras trepaba, miró hacia el norte y vio el fuego. Los fuegos del infierno. Perfecto. !Que el dolor y el fuego se apoderaran de ellos! Sentía que sus ambiciones se ampliaban.

Edilio sabía quién era. No le veía la cara, pero lo sabía.
<<Santa María, madre de Dios, si vas a interceder alguna vez, ahora sería un buen momento>>

-Estamos demasiado lejos de la ciudad -se burló Gaya- Seguro que quieres que haya testigos y admiradores en tu última batalla. Además, no quiero que mi pasión se apague. Vamos, Sam, entremos en la ciudad. No la he visto nunca. Voy a exterminar. ¿No quieres verlo?

Si él era su protector, o lo era ella, no importaba. Era dos chavales asustados que corrían en la dirección equivocada, hacia el ruido de la muerte, mientras el fuego los perseguía por las calles.

-Nos...Bueno...hicimos el amor, ¿verdad? ¿No es así como debemos llamarlo? Nadie nos advirtió de que estábamos concibiendo un cuerpo para la Gayáfaga. 
-¿Hicimos el amor? -repitió Diana.
- Por Dios, Diana. 
- Dime, Caine: ¿hicimos el amor, o solo nos enrollamos? Es una pregunta sencilla.
- No, no lo es.
Caine oyó la risa sardónica de Diana, y al instante supo la respuesta a su pregunta. Oyó la risa desdeñosa, casi cruel, y sintió una emoción tan fuerte y repentina que casi se pone a gritar.


                             Esa era yo mientras leía todas las escenas de Caine y Diana en este                                                                                         libro.

 Aunque creo que para mí, una de las escenas más duras de leer fue la parte en la que Sam se da cuenta de que no es el héroe que los demás creían que era. Siempre había creído que Sam no lo quería admitir porque era demasiado humilde para ello, pero, después de leer este libro, veo que, en realidad, siempre tuvo razón. Sam Temple no es héroe, y nunca lo fue.

En definitiva, este libro, y todos los de esta saga, han sido una fantasía que me ha transportado a los lugares más recónditos de la mente humana, que me han hecho sentir emociones que ningún libro, o serie de libros, me ha hecho sentir, he visto a sus personajes caer y levantarse, he visto la estupidez humana, he visto la miseria, la muerte, la destrucción, el hambre, el odio, la corrupción, la decadencia y la prosperidad de la pequeña ciudad de Perdido Beach, he visto la historia de la humanidad representada en esta serie de seis libros, he visto su principio y su final, he visto la vida misma reflejada en esta historia, y con ella he aprendido tantas lecciones que soy incapaz de nombrarlas todas. Baste con decir, que a pesar de todos nuestros crímenes, que a pesar de todas nuestras maldades y nuestras derrotas, en esta vida siempre existe la posibilidad de la redención. Y eso es algo que jamás olvidaré.
Así que, sólo me queda por decir: Gracias, Michael Grant. Gracias por estos años esperando a que saliera el siguiente libro, gracias por todas esas sonrisas, risas y lágrimas, gracias por esos personajes, gracias por esta historia, gracias por crear la serie de libros perfecta, gracias por honrar a la ficción juvenil con esta obra maestra. Por eso y mucho más, gracias, Michael Grant.

Valoración final:


Las palabras no bastan para expresar lo mucho que amo estos libros. Son mis favoritos y creo que todo lector que se precie debería sumergirse en su historia. Porque esto es lo que la ficción juvenil necesita, historias realmente buenas como esta, sin protagonistas clichés y triángulos amorosos estúpidos, con personajes complejos y un argumento que solo puedo describir como magistral. Imprescindibles.





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