RESEÑA
Este es uno de esos libros perfectos para leer una tarde de lluvia en la que no sales de casa ni aunque te paguen,y decides pasar el tiempo sumergida/o entre las páginas de la versión buena de crepúsculo un libro nostálgico que no puedas parar de leer hasta el final. Maggie Stiefvater tiene el don de la palabra, y ha conseguido emocionarme genuinamente. Por que este libro podría describirse en una palabra: conmovedor.
Grace Brisbane es una chica adolescente que vive en Mercy Falls, un pueblo de montaña rodeado de bosques. Sus padres jamás le han dado muestras de cariño, y esto la ha llevado a refugiarse en los libros y en su propio mundo. Cuando tenía once años, sufrió un terrible accidente: una manada de lobos la capturó para devorarla viva. Sin embrago, un extraño lobo de ojos amarillos la salvó, y desde aquel entonces cada noche de invierno, la chica y el lobo se observan. Inexplicablemente, empiezan a suceder una serie de acontecimientos terroríficos, muertes, que no podrían ser de otro animal que un lobo. Es entonces cuando Grace descubrirá un secreto imposible, que la llevará a encontrar su verdadera identidad, a vivir el amor verdadero y, sobre todo, a aprender a luchar por quien lo merece.
Me ha encantado este libro. Cada página es una descripción al detalle de la vida de Grace, de lo que pasa a su alrededor, de la gente que conoce, de las cosas que ve, que oye, y sobre todo, del chico misterioso, Sam. La atmósfera, no sé si es por el aire de tristeza que se respira en todo el libro, o tal vez sea por que se sitúa en un escenario invernal, me ha resultado en ocasiones muy absorbente y sobrecogedora, pero en otras un poco pesada. Me explico: hay partes en que la escritora se esmera en hacer de cada párrafo un poema, y eso a una escena de amor le va al pelo, pero cuando se trata de acción prefiero que sea un poquito más directa. En cualquier caso, el ritmo se mantiene hasta el final. Los últimos capítulos me han helado la sangre y me han conquistado, así que voy a hacer un poco la vista gorda. Respecto a personajes, con Grace se simpatiza muy fácilmente, y al menos por ahora, me ha caído muy bien. Sam es un personaje fantástico, muy cariñoso, le gusta leer, tocar la guitarra...Vamos, una monada. Isabel es la típica chica- popular- buenorra-con-mala-leche, pero es porque, en realidad, odia su vida y durante todo el libro sufre muchísimo sin saber nada de su hermano, por lo que al final y a lo largo del libro me he sentido especialmente mal por ella.
Un libro triste, apagado, y lleno de sentimiento que puede enamorarte o dejarte completamente indiferente. Recomendable a aquellos que disfrutan con una historia de amor de las buenas y que están dispuestos a correr el riesgo de sufrir por un personaje.
Grace Brisbane es una chica adolescente que vive en Mercy Falls, un pueblo de montaña rodeado de bosques. Sus padres jamás le han dado muestras de cariño, y esto la ha llevado a refugiarse en los libros y en su propio mundo. Cuando tenía once años, sufrió un terrible accidente: una manada de lobos la capturó para devorarla viva. Sin embrago, un extraño lobo de ojos amarillos la salvó, y desde aquel entonces cada noche de invierno, la chica y el lobo se observan. Inexplicablemente, empiezan a suceder una serie de acontecimientos terroríficos, muertes, que no podrían ser de otro animal que un lobo. Es entonces cuando Grace descubrirá un secreto imposible, que la llevará a encontrar su verdadera identidad, a vivir el amor verdadero y, sobre todo, a aprender a luchar por quien lo merece.
Me ha encantado este libro. Cada página es una descripción al detalle de la vida de Grace, de lo que pasa a su alrededor, de la gente que conoce, de las cosas que ve, que oye, y sobre todo, del chico misterioso, Sam. La atmósfera, no sé si es por el aire de tristeza que se respira en todo el libro, o tal vez sea por que se sitúa en un escenario invernal, me ha resultado en ocasiones muy absorbente y sobrecogedora, pero en otras un poco pesada. Me explico: hay partes en que la escritora se esmera en hacer de cada párrafo un poema, y eso a una escena de amor le va al pelo, pero cuando se trata de acción prefiero que sea un poquito más directa. En cualquier caso, el ritmo se mantiene hasta el final. Los últimos capítulos me han helado la sangre y me han conquistado, así que voy a hacer un poco la vista gorda. Respecto a personajes, con Grace se simpatiza muy fácilmente, y al menos por ahora, me ha caído muy bien. Sam es un personaje fantástico, muy cariñoso, le gusta leer, tocar la guitarra...Vamos, una monada. Isabel es la típica chica- popular- buenorra-con-mala-leche, pero es porque, en realidad, odia su vida y durante todo el libro sufre muchísimo sin saber nada de su hermano, por lo que al final y a lo largo del libro me he sentido especialmente mal por ella.
Un libro triste, apagado, y lleno de sentimiento que puede enamorarte o dejarte completamente indiferente. Recomendable a aquellos que disfrutan con una historia de amor de las buenas y que están dispuestos a correr el riesgo de sufrir por un personaje.
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